Sadomasoquismo. Sin ataduras
Látex, correas, látigos, cuero, dominación, sumisión. Seguramente sea lo primero que te venga a la cabeza cuando escuches hablar de sadomasoquismo. Y la verdad, no estarías muy lejos de la realidad. Pero si te dijera, respeto mutuo, tango, vainilla, seguro, Switch, consensuado. ¿También lo asociarías?
Vamos a verlo.
El sadomasoquismo es toda una subcultura, más antigua que tú y que yo. Pero como cualquier otra práctica sexual, está llena de mitos y tabúes. Cuando hablamos de la práctica de encordamientos, o del uso del cuero con un fin sexual o erótico, no se trata en sí de sadomasoquismo, sino de bondage o leather respectivamente.
Así que, empecemos por el principio de los tiempos. Quizá te suene el término BDSM, este aparece como tal por primera vez en 1991. Está formado por dos abreviaturas contrapuestas, BD (Bondage, Dominación) y SM (Sadomasoquismo). Siendo este último un acrónimo de dos términos, S/M. S (Sadismo) y M (Masoquismo).
Pero, ¿En qué consiste cada uno?
El sadismo viene bautizado de la mano del Marqués de Sade, aunque no voy a contarte su historia personal (hay unas cuantas obras de su puño y letra), me parece interesante que veas que estamos hablamos del 1740. Se basa en la idea de que obtengas placer a través de actos de crueldad o de dominio hacia otra persona, vamos, infringirle dolor hasta el límite de tus emociones.
¿Y el masoquismo? Leopold Sacher-Masoch tiene la culpa. Con su obra La Venus de las pieles, generó una gran polémica en su día, e inspiró la palabra masoquismo. Estamos hablamos de 1870. El masoquismo, por el contrario, consiste en que obtengas placer a través de ser víctima de actos de crueldad o de dominio hacia tu persona.
En los encuentros sexuales sadomasoquistas, puedes asumir uno de los dos roles, el que más vaya contigo, así como ir intercambiándolos a pesar de ser dos polos opuestos. No tienes por qué asumir un rol para siempre y por siempre jamás. Es lo que se conoce como Switch.
Y te preguntarás, ¿Cuándo sabe la otra persona que quiero parar, si estoy dentro de mi rol? Buena pregunta.
Los encuentros sexuales sadomasoquistas, se caracterizan principal y absolutamente por el respeto mutuo. Muy lejos de la imagen que puedas tener hacia la idea de dolor por placer. Están regidas por un código, el SSC, es decir, seguro, sensato y consensuado.
Este se rescata de 1983, de la mano de David Stein. Para que puedas llevarlo a cabo y no hayan malos entendidos, antes del encuentro sexual, deberás negociar el cómo, el cuándo y la intensidad de todo aquello que tengas en mente hacer. Además, es importante que busques una palabra de seguridad como clave para asegurarte el final del encuentro sexual. Suele utilizarse “tango”, pero puedes utilizar la que quieras, siempre que sea rápida y fácil de pronunciar. Te animo a que busques una propia, los límites de tu imaginación los pones tú.
Parece que Cincuenta sombras de Grey ha abierto la caja de pandora, sonrojando a quien lo haya leído. Pero como ves, tiene mucha más historia detrás. Se trata de una práctica sexual como cualquier otra, saliéndose de las restricciones de lo que se denomina sexo convencional. A las personas que practican este única y exclusivamente, se les denomina vainilla.
Explican: «Es como ir una calurosa tarde de verano, cuando te mueres por algo fresquito, a la mejor heladería que te puedas imaginar. Esta está llena de sabores exóticos, dulces, salados, algunos no los has visto nunca, con miles de colores, texturas, combinaciones, todo lo que se te ocurra. Y pedirte, el helado de vainilla de siempre.»
Pues eso.
Aunque esta es solo una idea muy muy muy superficial de lo que representa el sadomasoquismo, te animo a que busques más cositas, des rienda suelta a tu curiosidad y pruebes todos los helados que puedas.
¡Buen fin de semana!
Me ha encantado lo de vainilla! X)