Orgasmos y pezones

Excitación, impulso.

Activación neural. Una explosión de oxitocina en nuestro ser.

Cuando empezamos a tocar ciertas zonas del cuerpo de una mujer, el todopoderoso cerebro comienza a activarse. En concreto lo hace la línea divisoria entre los hemisferios derecho e izquierdo, la llamada cisura interhemisférica, que comienza a sinaptar a una velocidad mayor de la habitual.

Nos tropezamos así con la más sexual de todas las regiones de nuestro encéfalo: el área genital.

Pero lo que pasa por nuestros cerebros mientras tenemos algún tipo de estimulación sexual fue algo ya estudiado por el psicólogo e investigador Komisaruk y publicado en la famosa revista Journal of Sexual Medicine. En este artículo se explica cómo se activa esta zona ante la estimulación del clítoris, el cérvix y la zona vaginal. Pero, ¿qué pasa cuando se estimulan los pezones de una mujer? ¿Por qué es esta zona tan erótica en numerosas ocasiones? Komisaruk tiene la respuesta. Tocar, morder, lamer o simplemente rozar los pezones provoca una activación en el conjunto de regiones mencionadas anteriormente. La zona, que se activa de igual forma que ante la estimulación del clítoris, el cérvix o, en menor medida, la vagina, comienza a emitir chispas.

Gracias a esto, los pezones son un maravilloso complemento para un buen orgasmo. Pero no se quedan en ser un mero accesorio, sino que tienen la capacidad para hacernos explotar de placer por sí solos. Como no podía ser de otra manera, hay una hormona vinculada a todo este proceso y que da sentido a las reacciones fisiológicas de nuestro cuerpo ante tal sensación: la oxitocina. Esta fantástica hormona es segregada por la hipófisis en grandes cantidades cuando nos estimulan los pezones, provocando así contracciones uterinas e induciendo a nuestro cuerpo a llegar al orgasmo. Si, sólo con los pezones.

Parece increíble, ¿verdad? Pues no es más que otra muestra de la gran capacidad sexual que tiene el ser humano por naturaleza. De esta forma, una zona aparentemente apartada de los genitales emite una señal que el cerebro interpreta como si viniese de ellos, genera la misma hormona y nos lleva a un mismo resultado: el orgasmo.

Una vez llegados a este punto seguramente os preguntaréis qué hacer con vuestros pezones para provocar tal reacción. Pues bien, es tan sencillo como ver este tipo de estimulación como una herramienta más para disfrutar del camino del sexo. No hay que marginarla bajo la etiqueta de “preliminar” ni dejar a nuestros dos amigos como un triste adorno.

Tocad suavemente todo el pecho, acercaos a ellos con las manos y la boca para lamerlos y besarlos durante un buen rato. La lengua siempre es un buen aliado para este tipo de cosas, por lo que podréis probar infinidad de movimientos que os harán explotar de placer.

Cuando menos te lo esperes, sentirás como la oxitocina y la serotonina llegan casi de la mano para fundirse en un inesperado e intenso orgasmo.
Beck

Escrito por Beck

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3 Comments to Orgasmos y pezones

  1. Silvia C dice:

    Quizá por eso está tan censurada en los medios la visualización de esa parte.

    • Beck dice:

      Tienes mucha razón Silvia. Como todo lo que puede dar placer a la mujer, el pezón es algo malo malísimo a la hora de aparecer en cualquier tipo de medio… Y de saber que puede provocar orgasmos, la censura es inminente.
      Qué lástima seguir así en el s. XXI …

  2. Ginés dice:

    A mí me pierde ver a las chicas en el bus que van sin sujetador. No sé cómo quieren que no mire. Es tan erótico!!!!

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