Mitos sexuales

Hay muchos psicólogos y sexólogos que sostienen que en nuestra generación se mantienen muchos de los mitos sexuales de antaño. Antes se carecía de información pero ahora mismo quizás tenemos tanta que no sabemos organizarla. Por ello hay sexólogos que apuestan por transmitir menos ideas pero más claras. Aquí os dejo 6 mitos sexuales que persisten en nuestra sociedad, y que he seleccionado para compartir con vosotros:

-El hombre tiene que rendir en el acto sexual, cuanto más grande sea el pene y más tiempo mantenga la erección, mejor. FALSO. Ni el tamaño del pene determina la satisfacción ni la relación sexual más larga es la mejor. Hombres con penes pequeños pueden disfrutar muchísimo del sexo, todo es cuestión de no sobrevalorar este mito y encontrar las posturas y ejercicios más adecuados. Así como tampoco debemos pensar (ni nosotras ni ellos) que los hombres tienen que ser dioses en la cama; somos humanos y necesitamos aprender.

La primera vez que tienes una relación sexual vas a sangrar pero va a ser maravilloso. FALSO. Así muchas chicas tienen miedo a su primera vez… ¡no me extraña! Ni tienes por qué sangrar, ni tiene que ser maravilloso. De hecho, qué sin sentido. Algo que te hace sangrar nunca sería maravilloso. Tiro este mito abajo. “Los chavales siguen pensando que en su primera vez verán fuegos artificiales y ellas creen que tienen que sangrar, pero que igualmente será maravilloso”, indica una sexóloga.

Lo ideal es llegar a la vez al orgasmo, si no las relaciones no son completas. FALSO. Este es un mito de los más típicos. Una relación puede ser perfectamente satisfactoria sin estar cronometrando el momento de llegar juntos al orgasmo.  El sexo consiste en dar-recibir por lo que si mi pareja llega al orgasmo y yo no, tranquilidad, hay tiempo para todo. La clave es no tener en la cabeza ninguna idea preconcebida ni ninguna exigencia.

Durante la menstruación o debajo del agua no puedo quedarme embarazada. FALSO. Puedes quedarte embaraza en la semana de menstruación y también si mantienes una relación sexual bajo el agua. ¡Cuidado!

Mi pareja es joven, deportista, tiene muy buen aspecto y confío en ella; es imposible que tenga una enfermedad y me pueda contagiar. FALSO. Las enfermedades de transmisión sexual no guardan una relación directa con la higiene ni el estilo de vida de nuestra pareja. Siempre es bueno hablar con nuestra pareja sobre este tema y tomar las precauciones necesarias.

-A todas las mujeres les gusta lo mismo, por lo que no es necesario preguntar. FALSO. Cada uno construye su propio sexo, sus propias preferencias y creer que hay un protocolo establecido para provocar placer a cualquier mujer es un error. Pregunta y sabrás qué es lo que le gusta.

Como veis, muchos de estos mitos siguen vigentes. De ahí la importancia de la buena información sexual y de su transmisión clarificadora. No es tanto el dar muchísima información sino más bien que esta sea concisa y real. ¡Gracias por leerme!

Escrito por Rosalía

www.adamiapsicologia.es

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6 Comments to Mitos sexuales

  1. Elena de Cartagena dice:

    Yo estuve saliendo con un chico que iba de machote y no se corría ni a la de tres pensando que a mí me daba más placer. Pero mira, un día le dije: «Lo bueno si breve dos veces bueno». Es que me quedaba agotada cada vez que teníamos un encuentro, y tampoco es necesario estar ahí una hora dale que te pego para quedar satisfecha.
    Así que, chicos, preguntad a vuestra pareja si realmente le apasiona que duréis tanto porque muchas veces es que no.

    • Rosalia dice:

      ¡Qué cierto lo que dices Elena! Es más, lejos de gustarnos puede incluso resultarnos doloroso o irritarnos que estén durante mucho tiempo seguido al tema. Como tú dices «lo bueno si breve dos veces bueno». Podríamos considerar otro mito sexual el hecho de pensar que cuánto más tiempo, más satisfacción. FALSO también. ¡Muchas gracias por tu comentario!

  2. Córcega dice:

    Esto que comentas es muy cierto. A ver, a mí las tetas no me mola mucho que me las toquen. Tengo un poco de complejo, porque una es algo más grande que la otra, y tiene el pezón así hacia un lado. Total, que no me excita mucho y si pasan de ellas casi que mejor.
    Y los tíos con los que he dado, venga a chupar, venga a chupar. Como las tengo grandes, se pierden ahí.
    A mí lo que me pone es que me toquen el cuello, o me laman la zona de la nuez. Y sin embargo los tíos pasan mucho de eso, a pesar de que a más de uno se lo he llegado a decir.

    • Rosalia dice:

      Pues ya ves que el primer paso es decirlo, comunicar qué es lo que nos gusta y qué es lo que nos apetece. Porque nuestra pareja puede desviarse mucho de lo que nos gusta…y qué pena no disfrutar de algo que podría ser maravilloso. El tema de la estimulación de los pechos es un mundo, los chicos suelen pensar que nos encanta, y puede ser que sí o puede ser que no. Otro problema derivado de pensar que a todas las mujeres nos excita lo mismo. ¡Muchísimas gracias por comentarme!

  3. Tudor Martín dice:

    Mira, eso que dices como escrito para mí.
    Hace 2 años conocí a una chica en una cena de las clases de spinning. La había visto más de una vez en clase, pero claro, en esos momentos nadie estamos muy atractivos. En la cena me deslumbró con una falda con una raja hasta la cintura y el pelo liso y bien peinado, sin el sudor habitual con el que estaba acostumbrado a verla.
    Me acosté con ella unas cuantas veces en su casa después de esa noche. Una chica deportista como ella, vegetariana, y con su piso limpio y ordenado, nunca pensé que podría tener una enfermedad de transmisión sexual. Al cabo de un par de meses de habernos acostado por última vez (todavía mantenía un contacto con ella de vez en cuando por whatsap) me dijo por mensaje que el médico de cabecera le había diagnosticado gonorrea, y que por precaución me avisaba. 🙁
    Yo al final no pillé nada, pero me pegué un susto bien fuerte.

    • Rosalia dice:

      ¡Qué bien que escribas esto! Solemos pensar que las ETS sólo las tienen las personas poco higiénicas, con mala pinta digamos, y ¡para nada! Además el pensar así suele implicar conductas de no protección ante relaciones sexuales con gente desconocida, y todo ello no deja de ser un peligro. Si nos cercioramos de que nuestra pareja no tiene ninguna enfermedad, perfecto, pero debemos informarnos siempre. ¡Muchas gracias por tu comentario!

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