Mi Hijo/a y la Masturbación; todo un Trabalenguas

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Para algunos padres hablar de masturbación no suele ser un tema muy cómodo y habitual. Tu hijo/a te pregunta y en ese momento sacas la pelotita y le dices “¡¡pregúntaselo a tu padre/madre!!” “em.. em.. pero, ¿qué os enseñan en la escuela?”. En ese momento buscas cómo deshacerte de esa pregunta y huyes a pesar de que tu hijo/a volverá a recordarte la misma pregunta o incluso buscará en su entorno mediante vídeos, revistas, fotos, compañeros de clase, etc… la respuesta a todas sus dudas sobre el sexo.

Imagínate que en lugar de contarle el cuento de Blancanieves y los siete enanitos cada noche, te sientas a su lado, cambias de libro y empiezas por explicarle la “Anatomía y Fisiología humana”; Qué nos diferencia de unos a otros, el conocimiento de todas las partes que forman nuestro cuerpo; aparato genital femenino/masculino, órganos genitales internos y externos, y sus funciones.

Tras romper esa barrera y haber introducido el sexo en algunas de vuestras conversaciones con la mayor naturalidad posible, establecerás a partir de ese momento la confianza que hará que tu hijo/a se apoye en ti y no disponga del cajón repleto de falsos mitos y falsas creencias sobre el sexo.

Y bien, ¿Qué es la masturbación? ¿A qué edad aparece?

El autoerotismo o masturbación, a pesar de tener una connotación más moralista, es la manera de darse placer sexual, acariciándose uno mismo los genitales y el cuerpo.

Surge en la infancia, de forma ocasional al observar el niño o la niña que cuando toca sus genitales le produce placer. Algunos niños adquieren pronto el habito y lo practican regularmente, pero otros, a veces porque son regañados, desisten de ello. Más tarde, al principio de la adolescencia, cuando las hormonas sexuales se despiertan, el autoerotismo reaparece para aliviar tensiones o como forma de experimentar, de calmar el deseo sexual y de conocer el propio cuerpo.

Según el informe Kinsey (1953), los chicos empiezan antes a masturbarse que las chicas. Además, algunas no lo hacen nunca o empiezan cuando ya tienen chico y fantasean con él. Sin embargo, esas diferencias van disminuyendo y hoy día es una práctica muy extendida en chicos y chicas.

No hay que sentirse culpable por masturbarse porque no se viola los derechos de nadie, ni tampoco perjudicas tu salud. Tampoco se trata de tener que incorporar esta práctica obligatoriamente si no quieres hacerlo por tu moral o tu religión, pero sí es necesario que sepas que la sexualidad es algo personal e íntimo. Vivirla con libertad, sin miedos ni tabú, es fundamental, pero también lo es vivirla con calma y con la exploración y el placer que eso conlleva.


Fuente: Sexo para adolescentes – Conchita Madueño  

Escrito por Noemi González-Bellés

Noemi González-Bellés

Licenciada en Psicología
Especializada en Ansiedad, Sexología Clínica y Terapia de Pareja

Col. CV-12338

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