Algunos lo llaman distancia, yo lo llamo Con-Penetración
Tu pareja se encuentra fuera estudiando o de viaje de negocios, te sientes muy excitado/a sexualmente, con ganas de masturbarte y nunca antes te había ocurrido. “¿Qué hago?” “¿Le llamo?” “Nunca lo he hecho y me da vergüenza; además, puede que no quiera o le parezca atrevido por mi parte. Puf! hacerlo a distancia no puede salir bien”.
Esto es algo muy frecuente en las parejas que deben permanecer separados durante un tiempo. El deseo sexual no tiene por qué congelarse, al contrario, puede continuar imaginando el momento de volver a estar juntos reavivando la pasión que se silenció antes de que uno de los dos se marchase.
¿Por qué tus relaciones sexuales se deben limitar en contacto físico y coito? ¿Por qué te debes mostrar pasivo/a en el sexo y no comunicarle a tu pareja lo que te gustaría hacer en ese momento?
En 1999 los hermanos y directores de la película “American Pie”, Paul y Chris Weitz, ya nos mostraban distintas maneras de cómo se puede disfrutar del sexo en contextos muy distintos.
Lo primero que debes tener en cuenta es la confianza. Tu pareja no es de otro planeta, también vive acompañado/a de momentos de excitación sexual y con ganas de hacerlo. El sexo es comunicación. Si tú no le dices “me apetece mucho cariño; quiero tenerte aquí, hacerlo y sentirte.”, tu pareja no lo sabrá. Puede que piense que andas liado/a con tus cosas y que el sexo puede esperar. Y puede que incluso no se lo haya planteado hasta ahora, y quién sabe, siempre hay una primera vez para despertar otro camino hacia el sexo.
Sentir las ganas de hacerlo puede quedarse en una fantasía más, pero, por qué no llamas a tu pareja y mantienes una conversación erótica por teléfono? Llámale y cuéntale cómo te sientes, lo excitado/a que estás y lo mucho que desearías que él o ella estuviese allí. Pídele que se toque, con los ojos cerrados, como si lo estuvieras haciendo tú. Habla y responde por turnos. Cuéntale lo que imaginas que te está haciendo o lo que tú le estás haciendo a ella. Así pues, podréis tener un coito imaginario, masturbaros juntos y tener un orgasmo. Puedes también plantearle hacerlo mediante Webcam o incluso vía mensaje de texto o email. Emplea un nuevo juego de palabras y dirígete a tu pareja con un tono de voz más cálido.
Con o sin penetración, el sexo puedes disfrutarlo sin tener en cuenta el bagaje de kilómetros y obstáculos que disipan la satisfacción sexual con tu pareja. Además, por qué no explorar otras sensaciones que hasta el momento no conocías de su existencia y quizás puedan ayudarte a obtener incluso más placer con tu pareja. Busca un lugar tranquilo, procura que no haya nadie que te pueda molestar, cuida el momento, enciende la sintonía de tus sensaciones y déjate llevar.
Fuente: Marte y Venus en el dormitorio – John Gray
Escrito por Noemi González-Bellés
Licenciada en Psicología
Especializada en Ansiedad, Sexología Clínica y Terapia de Pareja
Col. CV-12338
Me ha gustado mucho el artículo porque me ha recordado el verano que mi novio se tuvo que ir a Canarias por trabajo. Estuvo fuera 3 meses. Recuerdo que una noche estaba toda mojada y le propuse que se tocase para mí. A él le gustó mucho que se lo pidiese. Luego teníamos sexo así al menos un par de veces por semana. Nosotros le llamábamos: hacernos un Skype. A veces él me mandaba fotos por whatssap, o yo le grababa algún vídeo y se lo mandaba al correo. Me ponía toda cachonda de pensar que lo iba a abrir en el trabajo e iba a tener una erección, con la que no se podía levantar de la mesa. Un día le envié un vídeo vestida solo con medias negras, que sé que le ponen a 1000, y me dijo que se tuvo que ir al baño en el trabajo porque no aguantaba más. Solo de pensar en cómo lo ponía, yo también me excitaba. Me imaginaba que yo lo esperaba en el baño y él entraba ya todo empalmado por haber visto mi vídeo.