No sabía nada de mi frenillo hasta que se me rompió

!!Hoy pierdo mi virginidad!!, grité. Cogí el coche y nos fuimos al lugar más apartado de la ciudad. Estaba nervioso e impaciente. Todo parecía ir bien hasta que la metí. En tan sólo milésimas de segundo un estallido de tormentosas sensaciones aparecieron; mi frenillo se había roto.

Aquella noche fue como otras tantas que habíamos tenido sexo. Pero yo ese día estaba muy pero que muy excitado y tenía ganas de penetrarle con fuerza. Cuando me di cuenta, nuestras piernas estaban manchadas de sangre y al sacarla mi frenillo se había roto.

Las dos situaciones son distintas pero tienen algo en común; La rotura del frenillo del pene. Y ahora pensarás, “entonces, ¿Cuándo se me puede romper? La primera vez, la segunda, la tercera… ¿Cuándo?”

El frenillo se te puede romper en cualquier momento, en cualquier actividad en general; En la masturbación, penetración o incluso practicando algún deporte. No está vinculado a la primera vez, pero sí depende de si es corto, fino o poco flexible, ya que si es así es más fácil que se te rompa.

Piensa que el frenillo corto limita el movimiento del prepucio y quizás provoque molestias durante la actividad sexual. Si se rompe, al ser una zona con mucha irrigación sanguínea, llega a causar mucho dolor y sangrado elevado. En ese momento no es necesario una urgencia médica porque tras la hemorragia el frenillo se cura. No obstante, hay casos en los que sí se requiere de operación o puntos de sutura. Todo dependerá del tipo de rotura.

A veces tras la rotura, la formación del tejido fibroso cicatricial lo acorta aún más y la probabilidad de que se vuelva a romper aumenta. Por lo que hay personas que optan por una frenectomía (eliminación del frenillo) o circuncisión (eliminación parcial o totalmente del prepucio).

Uno de los mitos que Masters y Johnson desmitificaron gracias a su estudio fue “los hombres no circuncidados tienen mayor control de la eyaculación que los circuncidados”. Esto no es cierto puesto que la circuncisión no afecta a la impotencia en ningún sentido.

Si se te rompe puede surgir insensibilidad; el pene siente menos que antes. Piensa que el frenillo ayuda a devolver el prepucio a su posición normal sobre el glande cuando disminuye la excitación, por lo que su función es proporcionarte mayor placer durante la actividad sexual ya que es el área más sensible del pene. Si te ocurre y quieres volver a recuperar la sensibilidad, deja la zona en reposo para permitir que los tejidos se vayan reparando del daño sufrido. Más adelante, si tu preocupación es recuperar la actividad sexual que tenías antes, es mejor que antes de practicar relaciones sexuales completas, pruebes con masturbarte y así observes como responde.

Escrito por Noemi González-Bellés

Noemi González-Bellés

Licenciada en Psicología
Especializada en Ansiedad, Sexología Clínica y Terapia de Pareja

Col. CV-12338

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One Comment to No sabía nada de mi frenillo hasta que se me rompió

  1. Andrés Revilla dice:

    Me ha gustado ver un artículo que hable de esto porque yo me asusté cuando me pasó y luego vi que es algo normal que le puede pasar a muchos chicos. Enhorabuena por el artículo.

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