«No te confundas. Yo no soy de esas”

Hace aproximadamente un mes hice un viaje, crucé el charco, y pude conocer otra cultura totalmente diferente a la nuestra. ¡Me encantó! Una experiencia muy enriquecedora para mí. Descubrí otro mundo, otras costumbres, otra manera de sobrellevar el día a día. Entre uno de mis planes preferidos estaba conocer la vida nocturna y desconectar un poco de mi rutina. Disfruto mucho del baile y de la música y sabía que en este país la cultura del baile es muy diferente a la de España, “se sale para bailar” y se sabe bailar, a diferencia de la mayoría de los españoles con todos mis respetos. Así que me lo pasé muy bien.

La noche que decidí salir estaba acompañada de dos amigos, uno de ellos con pareja (A.G.) y el otro un feliz y divertido soltero (S.L.). Os traigo a este artículo una conversación de aquella noche que captó tanto mi atención que necesitaba compartirla con vosotros y conocer vuestra opinión. Este amigo “single lady” (así me gusta llamarle a las personas que disfrutan de su soltería) quería conocer a una chica, muy atractiva y con la que yo misma entablé conversación intentando facilitarle un poco el terreno y romper el hielo inicial. Mi amigo le invitó a una copa. Ella estaba receptiva, tanto que dejó a un lado a sus amigas y aceptó venir con nosotros en un taxi y continuar la noche en otro local; éramos cuatro, A.G., S.L., ella y yo. No dejábamos de ser desconocidos para ella, pero aceptó de buen agrado venirse con nosotros. Este segundo local resultó estar cerrado, ya era tarde y estábamos cansados así que decidimos continuar con el taxi hacia el hotel donde estábamos hospedados, puesto que ella aceptó previamente y también le pareció buena idea. S.L. intentó acercarse a ella ya en la ruta del taxi, y yo la verdad lo vi una actitud coherente con cómo estaba transcurriendo la noche y, de hecho, se besaron apasionadamente a lo largo de todo el camino. A.G. y yo mirábamos por la ventana y vivíamos esta situación desde la distancia, dándole su espacio a los tortolitos. Llegamos a la puerta de nuestro hotel. Él pagó su taxi y el de ella (¿caballerosidad?) y le invitó a bajar del coche para ir hacia la puerta del hotel tal y como habíamos acordado, digamos. Yo como espectadora esperaba un SÍ de ella, pero para mi sorpresa su respuesta fue: No te confundas. Yo no soy de esas”. Así que la chica decidió no bajar del taxi. De este comentario es de donde viene mi sorpresa. El desenlace que esperaba de la noche en ese momento era totalmente distinto.

Suena cuánto menos despectivo y no es un comentario que asocie con una cultura en concreto, es más con mucha probabilidad también haya salido de mi boca hace años cuando no tenía los conocimientos ni la personalidad que tengo ahora. ¡Bendita madurez!

¿Qué significa ser de esas, chicas? Si has subido a un taxi con un chico, te has besado con él durante todo el camino dirección a su hotel, ¿qué hay de malo en acostarte con él si es lo que seguramente te apetece? ¿Tener sexo con él te convierte en alguien sucio o en una persona despreciable? ¿Somos mujeres menos valiosas? Detrás de esta frase tiene que haber represión, un protocolo de princesas donde el sexo de la primera noche es algo malo y, por supuesto, un enorme peso y repercusión de ideas machistas.

Se tiende a pensar que el machismo es manifestado por los hombres, pero yo no estoy de acuerdo. Nosotras tenemos un papel importante en todo esto. No estoy señalando a nadie como culpable, somos reflejo de nuestra cultura y de lo que se nos ha inculcado para bien o para mal. Ese tópico de “el hombre que se lía con muchas una noche es un crack, y la mujer que se lía con varios una noche es una p…”. Todos lo hemos escuchado. ¡Qué atrevida es la ignorancia! Tenía ganas de hacer esta reflexión porque pienso que todo lo relacionado con el sexo arrastra muchísimas concepciones machistas. Si a esta chica no le apetecía acostarse con S.L., perfecto y respetable. Es una de las opciones en esta historia. Pero, entonces, sigo preguntando lo mismo: ¿qué caracterizaría a “esas” que sí pasarían con él la noche en el hotel?

Esa es mi reflexión. ¡Muchas gracias por leerme!

Escrito por Rosalía

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2 Comments to «No te confundas. Yo no soy de esas”

  1. Lucía T. dice:

    Totalmente de acuerdo! En esa historia habría dos opciones, incluso tres a mi modo de ver.
    1. Que la chica no quisiera subir al hotel.
    2. Que la chica quisiera subir al hotel pero no mantener relaciones sexuales.
    3. Que la chica quisiera subir al hotel y mantener relaciones sexuales.
    Cualquiera de las opciones está bien ya que ninguna conducta anterior indica que se vaya a subir al hotel a tener relaciones sexuales. Muchas veces también se confunde que si estás cariñosa con alguien o te besas con alguien ya les estás dando permiso para tener relaciones sexuales, y para nada. Por lo tanto, el único momento donde no actuó de forma correcta la chica, estoy de acuerdo contigo, es cuando dijo «yo no soy de esas». Me parece un buen artículo para que reflexionemos todos y todas. Enhorabuena.

    • Rosalía dice:

      ¡Hola Lucía! Sí, como tú dices, también es muy cierto que muchas veces el mostrarse cariñoso/a con otra persona lleva a malas interpretaciones, ahí es donde también hay que ser claro y expresar lo que queremos o no queremos hacer. Nunca hacer nada por compromiso y si una de las personas malinterpreta, es su problema. En esta historia, tal y como sucedieron los hechos, el desenlace lo decide la pareja, por supuesto, pero por qué se les llama «esas» a las chicas que sí mantendrían relaciones sexuales. Seguiremos trabajando por aclarar estas dudas. ¡Muchas gracias por tu comentario!

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