¿Qué es el BDSM? Más allá del sexo duro.

Probablemente hayas escuchado alguna vez el término BDSM o sepas algo sobre el tema. El boom tras el fenómeno 50 Sombras de Grey, si bien no muestra una visión exacta y fidedigna de lo que supone el BDSM, ha despertado el interés de muchas parejas por este tipo de prácticas sexuales. Si eres una de ellas, sin duda te interesará leer este artículo.
Lo primero de todo es dar una definición concreta. Así, el término BDSM es un acrónimo de las palabras inglesas Bondage-Discipline, Dominance-Submission, Sadism-Masochism. El concepto BDSM se emplea para englobar aquellas prácticas sexuales caracterizadas por la supresión y la restricción física (bondage), los juegos de rol eróticos, intercambios de poder (dominancia-sumisión) y, siempre y cuando las personas participantes lo acuerden, administración de dolor (sadomasoquismo). No necesariamente tienes que realizar todas estas actividades para considerarte una persona que practique BDSM.
En todos los encuentros sexuales BDSM pueden apreciarse dos roles muy distinguidos (que también pueden intercambiarse en el mismo acto). Así, la persona que ejerce el control y cierta dominancia sexual sobre la otra (u otras) sería “el/la dominante” (al que suelen asociarse títulos como Maestro/a, Amo/a, etc.), mientras que quien recibe esta influencia sería el rol sumiso (con términos como “esclavo/a”, “sumiso/a”, etc.). Si durante la actividad sexual participan más de dos personas, los roles pueden distribuirse en diferentes combinaciones (como por ejemplo, dos personas dominantes y una sumisa).
Para muchas personas, el hecho de incluir dolor o actos humillantes en algo que debería ser puramente placentero puede suponer algo inmoral o incluso patológico. Si estás leyendo este artículo espero que este no sea tu punto de vista, pero por si acaso desde aquí vamos a darte argumentos para que cambies esa idea errónea. Desde un punto de vista neurológico la sensación del placer en nuestro cerebro (concretamente en el área tegmental ventral o ATV) conlleva liberación de dopamina en el núcleo accumbens, el septum, la amígdala y la corteza preforntal. Todo esto viene a significar que se produce una sensación de bienestar. Parece razonable pensar que el dolor debería producir lo contrario, pero está comprobado que el dolor libera una inmensa cantidad de dopamina (demostrado por el doctor Jon-Kar Zubieta y su equipo de la Universidad de Michigan en 2006). Así, podemos entender por qué el dolor físico puede resultar en ocasiones placentero, ya que al activarse las mismas áreas cerebrales, se produce un entrecruzamiento de información, donde el dolor se traduce en una señal de placer (esto es, la base del masoquismo). Más aún, se ha demostrado que quienes practican BDSM son menos neuróticos, más extravertidos, más abiertos a nuevas experiencias, más conscientes, menos sensibles al rechazo y presentan mayor bienestar subjetivo en comparación con personas más afines a un sexo más “conveccional” (Wismeijer & van Assen, 2013).
Concluyendo, has de saber que el BDSM no es trastorno ni una enfermedad sino una forma más de vivir la sexualidad de forma placentera. Así, existen varios dogmas para su perfecta ejecución, como pueden ser los acrónimos SCC (Seguro, Sensato y Consensuado) o RACSA (Riesgo Asumido y Consensuado para la práctica Sexual Alternativa). De este modo, el BDSM implica necesariamente que llegues a un mutuo acuerdo con quien te dispongas a realizar dicho acto, siempre desde el respeto íntegro y, si se realiza en pareja, desde el afecto y el amor. Así mismo, si tu interés es empezar a realizar estas prácticas, te recomiendo que antes hagas una intensa investigación sobre el tema y te informes lo mejor posible.
Con el fin de no alargar más este artículo, si sigues interesado en descubrir más curiosidades sobre el BDSM, aquí tienes varios enlaces para ampliar tu conocimiento sobre esta práctica e incluso unas recomendaciones literarias y manuales (para ir más allá de las controvertidas 50 sombras de Grey):
– Curiosidades (en inglés): http://www.buzzfeed.com/caseygueren/ultimate-guide-to-bdsm#.adznPV30j
– Recomendaciones literarias y manuales: http://magnet.xataka.com/nuestro-tsundoku/grey-7-libros-y-manuales-bdsm-que-si-vale-la-pena-leer

  • Fuentes:

Wismeijer, A. A., & van Assen, M. A. (2013). Psychological Characteristics of BDSM Practitioners. The Journal of Sexual Medicine , (10), 8, 1943-1952.

Monteiro Pascoal, Patricia; Cardoso, Daniel & Henriques, Rui (2015). Sexual Satisfaction and Distress in Sexual Functioning in a Sample of the BDSM Community: A Comparison Study Between BDSM and Non-BDSM Contexts. The Journal of Sexual Medicine , (12),4, 1052-1061.

 

Escrito por Francisco Muñoz

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