El cigarrito de después

Seguro que las siguientes situaciones te resultan familiares: alguien camina incesantemente de una punta a otra de la calle, se siente inquieto ante una cita romántica que está esperando e intenta calmar los nervios fumando un cigarrillo tras otro. Una vez superada la cita, y si ésta ha acabado entre las sabanas, uno o ambos miembros de la pareja decide optar por “el cigarrito de después”.

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Algunas de éstas circunstancias son fruto de clichés que hemos ido asimilando al visionar una y otra vez la misma escena en el cine o en el sofá de nuestras casas. Otras tienen su origen en falsas creencias y mitos que aún sigue persistiendo acerca de los efectos relajantes y tranquilizantes del tabaco.

Los fumadores afirman que cuando fuman se sienten más relajados y seguros en la mayoría de facetas de su vida, incluida la sexual. Dejando de lado la percepción subjetiva que conlleva el acto de fumar, es cierto que a bajas dosis la nicotina tiene un efecto excitante; mientras que a altas, resulta relajante. Por éste motivo se explica que ante la expectativa de un encuentro sexual algunas personas recurran al tabaco para así calmarse y sentirse más seguros.

El tabaco puede afectar a la función sexual de distintos modos. Hay que tener en cuenta que las drogas varían en sus efectos de una persona a otra, con lo cual es imposible predecir al 100% las consecuencias que puede generar la nicotina en tu sexualidad. A nivel físico la asociación entre el tabaco y la arteriosclerosis está bien establecida, se sabe que la nicotina reduce el flujo de la sangre a través de las arterias. El sistema circulatorio es esencial para lograr una buena función sexual, y el tabaco lo que logra es dificultar la irrigación sanguínea, pudiendo derivar en la aparición de disfunción eréctil en el hombre. En el caso de la mujer puede provocar falta de lubricación, ya que ésta se genera a través de la apertura de las arterias de la zona genital.

Por otro lado no hay que obviar los daños colaterales que provoca fumar . No solo existen esas consecuencias a nivel físico de las que hablábamos antes. El tema del tabaquismo es generador de grandes tensiones y disputas en algunas relaciones. Una de las quejas mas recurrentes es que el mal aliento de la pareja puede llegar a provocar cierta aversión e incluso disminuir la libido.

Y tú, si eres fumador, ¿vas a dejar que el tabaco comparta cama contigo y tu pareja?

Rosa Navarro

Psicóloga y Sexóloga

Escrito por Rosa Navarro Sánchez

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