¡Compartir es vivir!

Llevo tiempo con ganas de escribir este artículo. Hoy quiero hablaros de tres prácticas que existen para expresar la sexualidad con alguien más que con tu pareja. Y lo que más me gusta de ellas es que cada una tiene establecidas unas normas y unos límites (tanto a nivel físico como emocional) que se deben cumplir por parte de todas las personas que participen en la actividad sexual. De no cumplirse no estaríamos hablando de una expresión compartida de sexualidad. Punto uno, las tres o cuatro personas que participen de la práctica sexual deben hacerlo voluntariamente y con ganas y, como ya digo, respetando las “normas”. Me estoy refiriendo al troilismo, swinging y al poliamor.

TROILISMO/TRIOLISMO: aunque para algunos autores haya sido considerado una parafilia o trastorno sexual, hoy vamos a plantearlo como una alternativa que excite a ambos miembros de la pareja y en la que nadie salga perjudicado. Esta práctica consiste en excitarse y masturbarse mientras observas a tu pareja manteniendo relaciones con otra u otras personas ya sean del mismo sexo o de otro. Por ello, del troilismo derivan muchas orgías y relaciones sexuales grupales. Es más frecuente en hombres con disfunción eréctil. Puede ser una práctica más para fomentar el placer sexual. Proviene del francés y, a diferencia del ménage à trois, en este caso no se trata de un enlace romántico entre tres personas, sino de una práctica en la que un sujeto se excita observando a su pareja con otro u otros sujetos.

SWINGING: término que hace referencia al intercambio de pareja. El swinger es una persona con la capacidad de disociar, tanto intelectual como emocionalmente, el concepto de sexo centrado en la persona del concepto de sexo centrado en el cuerpo. Este comportamiento sexual está puramente centrado en el cuerpo y no amenaza la integridad ni estabilidad de la relación conyugal. Se prohíbe el enamoramiento, la posesividad y la celotipia. Entre estos grupos hay una alta incidencia de bisexualidad y muy baja de infidelidad. Actualmente, existen muchas redes sociales o mismo lugares (por ejemplo, determinados restaurantes o clubes) en los que se fomentan y se facilitan este tipo de prácticas.

POLIAMOR: el poliamor consiste en tener más de una relación afectivo-sexual, con el conocimiento y consentimiento de todas las personas implicadas. Sólo hay relaciones sexuales con las personas amadas, excluyendo a aquellos con los que no existe vínculo afectivo. Desde la Asociación Poliamor Madrid, con representantes de otras partes de España, se decidió el día del solsticio de verano (20 o 21 de junio) como Día del Poliamor, ya que es el día con más luz del año, como símbolo de la luz que aportan este tipo de relaciones.

Teniendo el consentimiento de todas las partes, y buscándolas de manera voluntaria, este tipo de prácticas pueden convertirse en formas de potenciar el placer sexual y probar nuevas experiencias. Y, en esencia, pueden ser beneficiosas para la pareja que sería el objetivo perseguido. ¡Qué disfrutéis del fin de semana lectores!

Escrito por Rosalía

www.adamiapsicologia.es

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2 Comments to ¡Compartir es vivir!

  1. Alejandro dice:

    Hola!
    Mi pareja y yo llevamos 3 meses en el mundo swinger y la verdad es que se lo recomendamos a todo el mundo. No tiene que ver con la imagen que mucha gente tiene de esto. Realmente es un ambiente muy sano, con parejas normales como nosotros, con ganas de nuevas experiencias y pasarlo bien.

    • Anónimo dice:

      Estoy totalmente de acuerdo contigo, y me encanta conocer historias sobre experiencias sexuales que todavía son tabúes (o incluso rechazadas) para dejar claro que son prácticas normales y buenas. ¡Muchas gracias por tu comentario!

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