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Clítoris: Órgano femenino dedicado única y exclusivamente al placer sexual.

Se dice que fue “descubierto” en el siglo II d. C. por Rufo de Éfeso, pero la primera vez que se visibilizó en el ámbito médico fue unos catorce siglitos después, en un tratado del XVI d.C. Para que te hagas una idea, en esta época Leonardo Da Vinci empezó la Mona Lisa y Miguel Ángel la Capilla Sixtina.

Pero su regreso no convenció mucho entre la medicina, a pesar de que el señor Colombo lo intentó. Con la publicación de su libro, De re anatómica, describió el Clítoris mano a mano con su discípulo después de tanto tiempo atrás. Pero su alumno, se centró en el estudio de los órganos reproductores femeninos, porque claro, todo no puede ser y hay que tener prioridades. A su alumno, este estudio le llevó a la fama, la cual excluyó a Colombo y por ende, al «recién llegado» clítoris.

En la oscuridad, hasta ya el siglo XX d.C., George Covel lo “redescubre”, se enamora y lo representa gráficamente, incluyendo sus dibujos en el libro de anatomía Gray’s anatomy. Si, como la serie. Pero no podía ser tan fácil, un tal Brown dijo que la masturbación era lo peor del universo, que provocaba enfermedades, histeria, demencia, e incluso nada más y nada menos que ¡la mismísima muerte!

Así que, si existe un órgano única y exclusivamente para proporcionar placer, este es toda una tentación, y como es mejor prevenir que curar, pues recomendó su extirpación como método de prevención. Siempre mirando por tu bien, tanto, tanto, que no se le ocurrió la extirpación del glande para mirar por el suyo propio.

Pero no hay que ir tan atrás en el tiempo, en algunos sitios, hoy en día sigue vigente la mutilación total o parcial de los órganos sexuales externos femeninos. Método conocido como ablación o “sunna” y/o circuncisión faraónica. La ablación del clítoris es una práctica médica muy extendida en occidente, esta se da cuando un menor nace con una “hipertrofia del clítoris”, es decir, un clítoris “demasiado grande” según el criterio médico. Es lo que sucede a algunas personas denominadas intersexuadas. Esta intervención, además de también recomendarse llevarla a cabo cuando es un menor, consiste en recortar el clítoris con el objetivo de que no parezca un pene, la denominada clitoridectomia.

Esta práctica, reproduce normas sociales sobre sexo y género. Se orienta a forzar a los cuerpos a las dos casillas legitimadas socialmente, hombre y mujer. Además, esta última ablación estética provoca los mismos síntomas que los producidos por la otra, fuertes dolores e incapacidad de disfrutar del placer sexual.

En fin, que tanto prevenir se les fue de las manos. Además, para eliminarlo ya del todo, como extirparlo era poco, desaparecieron los datos recopilados y las representaciones del libro Gray’s anatomy.

El clítoris, sumido en la más absurda marginación, no volvió a «aparecer» hasta ya los años 60 de la mano de Masters y Johnson. Esta pareja, rescató el concepto del placer femenino a través de él.

Actualmente aunque parezca increíble sigue invisibilizado. Se excluye de los libros de texto de los colegios, ya que sigue vigente la idea médica de que al no ser parte del sistema reproductor, no es relevante. Es por este motivo por el cual erróneamente la vagina se ha equiparado al pene en su papel en la sexualidad femenina de la sociedad androcentrista en la que vivimos, la cual se manifiesta con estas evidencias a través de la invisibilidad de lo que es exclusivamente femenino.

Resulta cuanto menos curioso, que  “descubridores” y “olvidadores” del clítoris, quienes han decidido sobre él a lo largo de la historia, hayan sido hombres, cuando se trata de un órgano única y exclusivamente femenino. El clítoris, o por lo menos su parte externa, nunca se ha descubierto, ni redescubierto, siempre ha estado ahí, igual que el ombligo o el dedo de un pie.Otra cosa es que haya querido ser visibilizado, y esta invisibilidad clitórica, está basada entre otras cosas, en teorías sobre la envidia del pene del señor Freud, pero en eso ya, profundizaremos otro día.

Un besito!

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